martes, 20 de diciembre de 2016

La fuerza y la inocencia

Jesús nos dice que el león y el cordero tendidos uno junto al otro simbolizan que la fuerza y la inocencia no están en conflicto,  sino que viven naturalmente en paz.  "Bienaventurados los puros de corazón porque ellos verán a Dios"  es otra forma de decir lo mismo.
En ésta Navidad,  reconoce la fortaleza de tu Ser,  fortaleza heredada del Padre.  Cuando actúas con tus propias fuerzas,  separado del Padre, sólo alimentas al ego,  te desconectas de tu realidad como Hijo de Dios que eres y te sientes vulnerable,  y para protegerte atacas.
Reconoce que eres el Hijo de Dios y reconoce a tu hermano,  depón tus armas y acércate a él con la inocencia del que sabe que la única respuesta es el amor,  y que sólo el amor perdona.
Y serás libre para disfrutar de la celebración del nacimiento del Hermano Mayor,  del que nos mostró que no podemos ser heridos y que la muerte no existe, que la resurrección es vida eterna y que somos tal como Dios nos creó.