martes, 12 de diciembre de 2017

El amor y los Estados de Consciencia

A medida que vamos evolucionando, nuestras percepciones van cambiando, nuestra forma de vivir  ciertas experiencias se va transformando.

Hace unos cuantos años el amor era para mí un dar y tomar, todo en la misma medida, si así era posible, lo bueno y lo malo, una balanza entre cierta emotividad amorosa y, por qué no decirlo,  también vengativa; amaba si, tal vez,  pero también utilizaba, me hacía de recursos como el hacerse la víctima para obtener lo que buscaba en el otro, quizás comprensión, o alguna dádiva amorosa, ¿no te ha sucedido?.. siendo honestos. Hoy observo, a quién disfraza de amor a su necesidad, a quién está dispuesto a entregar su vida a otro esperando obtener así felicidad, a quién deja de vivir y experimentar su propia existencia para experimentar la del otro, creyendo que así se ama, a quien se vuelve esclavo de las apariencias, a quién se convierte en la piel y los huesos, sin ser realmente ni piel, ni huesos...y cada vez que veo, me veo.




Hoy, comprendo que el amor es libertad, es como el vuelo de dos pájaros en el Cielo, cada uno se expresa, se experimenta, vive, crece, se transforma, se conecta consigo mismo, se encuentra, se acepta, se aprecia, se ama, y comprende que en sí mismo está lleno. Lleno de amor, de felicidad, de sabiduría; y en los momentos en que se une al otro, se expande y a la vez, crece. No hay dependencia de ningún tipo, no hay necesidad, no hay infelicidad, no hay expectativas. Hay receptividad, apreciación, disfrute, no se pretende asir, sólo disfrutar en el existir.

Sé que todo éste cambio viene dado por el hecho de saber cuál es mi posición en el Universo, soy tal como tú, heredera de los regalos que el Universo ya me obsequió, amada, amable y amorosa; abundante, plena y dichosa.

Y así, justo así, es el amor para mi.