Llegando al portal del Cielo.....aqui....ahora.....

Personas que han tenido experiencias cercanas a la muerte comentan haber visto el portal al Paraíso,  un sitio de belleza indescriptible,  en el cual hay personas que ya han trascendido y que brillan con una luz visible, que sonríen pues están llenas de la verdadera vida,  llenas de paz.

¿Qué sucedería si hoy y aquí,  vemos a nuestros familiares,  vecinos, y a todo aquel hermano que se cruce en nuestra vida con esa luz que emite el Hijo de Dios?

¿Qué sucedería si no juzgamos al Hijo de Dios?  Si entendemos que cada acontecimiento forma parte de un plan que nos llevará a todos a la liberación.

Que todos somos uno transitando a nuestra velocidad la vía que conduce hacia la Fuente.

Que no es posible avanzar sólo, sino más bien hacer empeño en ayudar a que el otro  progrese.

Obtendríamos el gozo de andar en perfecta comunión.

Llegaríamos al portal del Cielo aquí....ahora...

Del cómo fabricamos nuestras películas.

Este es un modo fácil de complicarnos la existencia,  y muy comúnmente utilizado.  Un ejemplo del cómo fabricamos nuestras películas:

Por ejemplo: En mi película tengo el rol de madre de un hijo adolescente que acaba de salir de bachillerato, yo escribo el guión,  así que para su personaje escribo el rol del hijo que quiere estudiar Ingeniería Electrónica porque ésta carrera de acuerdo a mi apreciación tiene gran futuro, y mi hijo tendría buen sustento material y además mucho reconocimiento.

Por otra parte mi hijo está fabricando su propia película, y su rol en su película es ser músico. La música lo hace sentir bien y ademas podría obtener reconocimiento.

El hecho es, que su película y mi película pertenecen al ámbito del mundo y son ambas ilusiones.

El que alguien no cumpla con los roles que les asignamos en nuestras películas nos frusta y por ese motivo atacamos, y entonces caemos en el juego del ego de ataque y defensa.

Nuestras películas tienen base en nuestro sistema de creencias,  más el conocimiento procede de la verdad.

El ejercicio a realizar sería el buscar la verdad tras la apariencia y pedir a nuestro sanador El Espíritu Santo que reescriba nuestro guion de acuerdo al propósito que se nos tiene asignado.

Ves o percibes?

Hay una gran diferencia entre "ver" y percibir;  cuando ves, aquello que ves es santo,  ves con caridad,  cuando percibes entonces,  interpretas o juzgas lo que tus ojos físicos ven.  Muy a menudo nos encontramos con personas que dicen leer gente,  más qué es lo que leen? Tal vez un reflejo de sus propios pensamientos, pues cómo podría alguien que ve, teñir de oscuridad aquello que observa?

Que tus ojos vean lo bendito en el otro porque así de bendito te verás a ti mismo.

Cuando oramos el Padre Nuestro, decimos, ..."y no nos dejes caer en tentación.....",  no caigamos entonces  en la tentación de juzgar al otro,  de suponer cuáles son sus pensamientos o sentimientos.

Seamos santos....y veremos un mundo santo.