Este es un modo fácil de complicarnos la existencia, y muy comúnmente utilizado. Un ejemplo del cómo fabricamos nuestras películas:
Por ejemplo: En mi película tengo el rol de madre de un hijo adolescente que acaba de salir de bachillerato, yo escribo el guión, así que para su personaje escribo el rol del hijo que quiere estudiar Ingeniería Electrónica porque ésta carrera de acuerdo a mi apreciación tiene gran futuro, y mi hijo tendría buen sustento material y además mucho reconocimiento.
Por otra parte mi hijo está fabricando su propia película, y su rol en su película es ser músico. La música lo hace sentir bien y ademas podría obtener reconocimiento.
El hecho es, que su película y mi película pertenecen al ámbito del mundo y son ambas ilusiones.
El que alguien no cumpla con los roles que les asignamos en nuestras películas nos frusta y por ese motivo atacamos, y entonces caemos en el juego del ego de ataque y defensa.
Nuestras películas tienen base en nuestro sistema de creencias, más el conocimiento procede de la verdad.
El ejercicio a realizar sería el buscar la verdad tras la apariencia y pedir a nuestro sanador El Espíritu Santo que reescriba nuestro guion de acuerdo al propósito que se nos tiene asignado.
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