Podemos creer que no somos portadores de la Luz; y si en algún momento creeemos que algún hermano no la lleva consigo, en ese momento nos negamos a verla en nosotros mismos.
Sin embargo, el hecho de no verla significa simplemente que la hemos ocultado bajo un velo.
No podemos renunciar a la Luz que nos fue dada y que llevamos con nosotros, no podemos renunciar a los Regalos de Dios, a nuestra herencia.
Hagamos el ejercicio de develar la Luz, reconociéndola en cada hermano la reconoceremos en nosotros.
Transitemos el camino siendo Luz y veremos un mundo iluminado.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario